Para realizar el experimento se necesita agua oxigenada (de venta en farmacias) y unos mililitros de sangre (no hace falta que sea nuestra, obtenida de un trozo de carne descongelado es suficiente).
Se mezclan en un vaso y se observa la reacción quimica producida por el desprendimiento de gases en forma de espuma. Los productos que se desprenden son agua y oxígeno gaseoso.
El oxígeno es el causante de la eliminación de las bacterias en la desinfección, ya que la mayoría de éstas son anaerobias (no pueden vivir con oxígeno).